El final de una etapa

 
Hace poco más de tres años que, una vez más, cambié una ciudad por otra. Málaga me acogió con sol, amor y generosidad. Ha sido una etapa plena, feliz y llena de momentos y personas cruciales en mi vida. Me volví un poco loco, encontré la cordura, estudié mucho, escribí más, publiqué libros y descubrí una nueva vocación. Perdí la amargura, la compulsividad y pocas veces más he vuelto a llorar sin motivo. Hace mucho que no me peso y no me preocupa, hay cosas más importantes en las que invertir el tiempo. Todo eso en tres años que repetiría una y mil veces si hiciera falta.

Llega el momento de partir, de decir adiós, o hasta luego, o quién sabe qué se ha de decir en circunstancias tan inesperadas y tajantes. El cambio siempre conlleva sacrificio, pero en este caso, no me voy con la mente nublada y el corazón turbio y malherido. Me voy con fuerza para seguir el camino. Me voy siendo mejor persona, lleno de energía, amor e ilusión, y convencido, más que nunca, de que todo saldrá como tiene que salir, pues el universo tiene un plan para cada uno de nosotros.
 
Coincide con el fin de esta etapa que estaré firmando en la Feria del Libro de Málaga el día 8 de mayo, así que si quieres pasarte a decir adiós, o hasta luego, o lo que quieras decirme, estaré con Riku, junto al mar, en el stand de la Editorial La Calle. Será una bonita despedida.
 

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