Como todas las corazas

Fui creando una coraza a mi alrededor compuesta de falsa seguridad, de placeres efímeros y de esa sensación de controlar todo lo que ocurría a mi alrededor para evitar que nadie me controlara a mí. Quizás es que intentaba que no me hicieran daño. Quizás es que simplemente, ante el caos que rige mi vida desde hace unos meses, era la única manera de sentir que las cosas estaban en orden. Quizás es que prefería ocultarme en el reflejo que proyectaba un espejo y lamer mis heridas en soledad. Pero como todas las corazas, la mía ha comenzado a resquebrajarse y en lugar de tener miedo a exponerme, a ser vulnerable, lo afronto con curiosidad, con cierta ilusión y una sensación de calidez.



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