La importancia de una portada adecuada (2) : ¡Heidi, gimnasta olímpica!

Debido al éxito del post sobre la importancia de una portada adecuada, hoy os traigo otro ejemplo con Heidi, una obra que, como ya sabéis, tiene mucho que ver con mi próxima novela, Rottenmeier. Recordemos que Heidi es una niña de cinco años criada por su abuelo en la montaña y trasladada a la gran ciudad para hacer compañía a Clara, una preadolescente en silla de ruedas. Ambas vivirán bajo la férrea disciplina de la señorita Rottenmeier, la institutriz más malvada de la historia de la literatura.

Por algún motivo, los diseñadores de las portadas de esta novela han pensado que una niña pequeña no vende tanto como una jovenzuela pizpireta. Y por eso nos encontramos estos ejemplos de portadas que no tienen nada que ver con el contenido del libro...


 
1) ¿Heidi en Nueva York?
 
 
2) Esta Heidi maciza se da un aire a Carmen Sevilla. Imagino que se publicaría en la época en la que era un mito erótico nacional. ¡Atentos a cómo la mira Pedro!
 
 
 
3) Me dicen que es Lolita de Vladimir Nabokov y me lo creo...
 
 
4) Posiblemente la portada más fea, inquietante y perturbadora que podrás encontrar de este clásico...
 
 
 
5) Heidi, gimnasta olímpica.
 
 
Rottenmeier sale a la venta MUY PRONTO gracias a la Editorial Punto en Boca.

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